Historia

Historia de Granatula de Calatrava

Granátula de Calatrava es el testigo final de todas las culturas y civilizaciones que han pasado por su término municipal a lo largo de su historia. Cuenta con una dilatada historia y es cuna de personajes ilustres en todos los tiempos, especialmente D. Baldomero Espartero que llegó a ser uno de los principales militares y políticos del s. XIX; el obispo de Almería, Antonio Meoro; o científicos como Epifanio Novalbos.

Granatula de Calatrava

Cuenta actualmente con casi 800 habitantes, una extensión de 152 km² y está repleto de tradiciones, variada gastronomía manchega y sobre todo, de mucha historia.

La actividad economía principal de la localidad se ha basado desde siempre en la agricultura (vid, olivo, cereal y cultivos de huerta) y la ganadería, actividad que se combina con el turismo y una mínima industria, especialmente agroalimentaria.

El casco urbano está asentando sobre lagunas de origen volcánico (las Lagunas de Valdeleón) y sobre restos de edificaciones, sepulturas y cerámica que existen desde época romana.

El significado del topónimo de “Granátula” es un misterio todavía. Algunos estudiosos y filólogos se aventuran a definirlo como derivación de “granate”, apreciación visual que habla de la abundancia de suelos rojizos donde se ubica; otros como diminutivo de granada; o tradicionalmente con el origen legendario de los “graneros de la reina Tula”. Mientras que “Calatrava” hace alusión a la orden religioso militar que repobló la zona tras la batalla de las Navas de Tolosa de 1212.

El término municipal es históricamente lugar de paso de culturas y civilizaciones. Lo cruza además el río Jabalón junto con las cañadas (Soriana y Conquense Oriental) y caminos históricos. Por ello el término municipal es particularmente rico en zonas y yacimientos arqueológicos de todas las épocas.

Yacimiento Columba,Granatula de Calatrava

De la edad del Cobre encontramos el yacimiento de  Columba (mediados-finales IIIº milenio a. C. hasta principios del IIº milenio a. C.). Se excavó a principios de los 90 de manera urgente al realizar el nuevo trazado de la carretera entre Granátula y Aldea del Rey, donde aparecieron enterramientos y cerámica.

De la edad del Bronce destaca el yacimiento arqueológico de La Encantada. El yacimiento se encuentra en el denominado Cerrillo de los Rayos. Se trata de una elevación montañosa de doble promontorio, de unos 100 m. de altura sobre el llano. Predominan entre sus materiales cuarcitas o areniscas cuarcíticas. Tiene una posición estratégica inigualable: desde el yacimiento se domina el valle del río Jabalón (unos 6 kilómetros separan el yacimiento del río) e importantes rutas de comunicación, especialmente de trashumancia ganadera, que pasan a varios kilómetros de distancia. Además controla importantes pasos naturales: el Paso que une el valle de ese río con la Sierra de Alcaraz; el Paso hacia Sierra Morena por Despeñaperros a través de Santa Cruz de Mudela; el Paso de Salvatierra  que lleva hacia el Valle de Alcudia; y el paso hacia el norte de la meseta por el “Embocaero”.

Yacimiento la Encantada, Granatula de Calatrava

Cronológicamente, el yacimiento se clasifica como perteneciente a la Edad del Bronce, a la llamada “facies” de los “Castellones” o “poblados en altura”, entre el 2200 y el 1200 a. C. Ocupa una extensión aproximadamente de unas 19 ha. en total, de las que sólo  2 ha. han sido excavadas. Se trata de un poblado fortificado, que contó con lienzos de muralla concéntricos y secantes con 8 puertas de acceso. La Cueva de la Encantada, que da nombre al yacimiento, debió jugar un papel especial al ser uno de los aljibes naturales que aprovisionaría de agua a la población. La cueva se rodea de leyendas en torno a un ambiente mistérico que relaciona el mito de la “bicha” o la Encantá o la Trocanta y su aparición en la noche de San Juan.  La importancia del yacimiento reside en la cultura material encontrada en las excavaciones arqueológicas realizadas en las últimas décadas: evidencias de una metalurgia del cobre desarrollada con la aparición de objetos de este metal y crisoles de fundición; gran actividad agrícola con la aparición de herramientas, silos de almacenamiento y molinos de mano para triturar los cereales; estructuras de viviendas; un edificio funerario religioso; y muchos enterramientos, en posición fetal con importantes ajuares. A partir del siglo XV a. C. la ciudad parece convertirse en una necrópolis, sellándose casi todas sus puertas. Ninguna cultura posterior al Bronce volvió a ocupar la ciudad, quizás por temor a habitar un espacio de muertos.

Yacimiento Oreto-zuqueca, Granatula de Calatrava

Pero el yacimiento arqueológico más importante es Oreto- Zuqueca, a unos 5 kms al sur del casco urbano. Esta antigua ciudad posee restos de todas las culturas y fue capital de la Oretanía hasta su decadencia a mediados del s. IX, cuando la capitalidad de la región pasa a Qal'at Rhabat (Calatrava La Vieja, Carrión de Calatrava) e iría decayendo paulatinamente hasta el s. XIX como una pequeña aldea de Granátula. La población más antigua estaría concentrada en un opidum ibero denominado Orissia; fue romanizada como Oretum Germanorum donde encontramos el puente Baebio (s. I d.C.), restos de un edifico religioso o constatamos la presencia de edificios lúdicos como el circo; en época visigoda se convierte en sede episcopal con el nombre de Oreto y las excavaciones han revelado la existencia de una extensa necrópolis; la ciudad comienza su decadencia en época musulmana denominándose Urit: de esta cultura exiten una noria, un palacio y los restos de baños más antiguos de la Península, fechados hacia el 750. A mediados del s. IX las fuentes escritas hablan de inestabilidad, rebeliones de la población y la deportación masiva de sus habitantes como castigo hacia otras ciudades, especialmente hacia Qal'at Rhabat (Calatrava La Vieja, Carrión de Calatrava) y Caracuel. Apareciendo a partir de estos momento en las fuentes con el nombre de Zuqueca. Tras la batalla de las Navas de Tolosa en  1212 pasó a manos cristianas y existe poblamiento hasta el s. XIX.

La Ermita de Nuestra Señora de Oreto y Zuqueca es testigo del antiguo esplendor de la ciudad. La importancia del templo radica en el interés que tiene la Orden de Calatrava desde el s. XIII en rememorar el pasado episcopal de Oreto. Desde inicios del s. XIII se reedifica sobre restos de edificios religiosos anteriores, reutiliza sus piedras y le da connotaciones religiosas importantes. Para ello en 1397 se crea el Priorato de Santa María de Zuqueca con sede en el santuario.  Más tarde, en 1519, el papa León X emite un Breve Pontificio (Bula Papal) por el que todos los creyentes que se confesasen, escuchasen misa de Maitines y comulgasen en la ermita de Oreto y Zuqueca recibirían indulgencias plenarias similares a como lo harían visitando el Sepulcro de la Virgen en Jerusalén.

Ermita de Nuestra Señora de  Oreto y Zuqueca Interior Ermita de Nuestra Señora de  Oreto y Zuqueca

La ermita tiene una orientación este-oeste. Está formada por una nave rectangular rematada al levante por un ábside de planta cuadrada. La nave se compartimenta longitudinalmente por una doble arcada sobre pilastras que enjarja con el arco transversal de entrada al ábside. Esta arcada en la nave principal está centrada como soporte de la cubierta a dos aguas. En los muros interiores y exteriores de la ermita aparecen fragmentos arquitectónicos ornamentados con motivos visigodos.

La pequeña aldea de Zuqueca irá perdiendo paulatinamente protagonismo hasta el s. XV. Pierde su población e importancia hasta quedar reducido a unas viviendas en pleno s. XX. Es en el  s. XVI, XVII y XVIII cuando Granátula va alcanzando gran desarrollo con la presencia ya de grandes edificios públicos y religiosos (iglesias de Santa María de Valdeleón y Santa Ana) junto con algunas casas nobiliarias que pueden ser hoy día visitadas.

El centro principal de la villa, está en la Plaza de la Constitución, donde tenemos algunos de los edificios más importantes:

  • La Iglesia de Santa Ana comenzó a construirse en el siglo XIV sufriendo multitud de obras, reformas y ampliaciones que le darán en el siglo XVIII el aspecto actual. Se trata de un edificio barroco con elementos renacentistas y mudéjares. Tiene planta en forma de cruz latina con bóveda de cañón y cúpula de media naranja. En sus costados hay adosadas capillas barrocas. La torre posee un cuerpo superior donde se aloja el reloj y el campanario rematado con una cubierta de chapitel herreriano. En el interior de la Iglesia también podemos observar entre otras cosas el friso de madera de la cabecera donde se encuentra la talla de madera de la Virgen de Oreto y Zuqueca, patrona de la localidad; el artesonado mudéjar labrado ubicado en la parte inferior del coro; y dos lápidas traídas de la antigua ciudad de Oreto, una de ellas perteneciente al obispo Amador.
  • Iglesia de Santa Ana, Granatula de Calatrava Iglesia de Santa Ana, Granatula de Calatrava

  • El pósito municipal o almacén de grano data del siglo XVIII.
  • El ayuntamiento del municipio, construido en 1991.
  • Monumento del “Tacón” de Pedro Almodóvar.
  • Fuente o molino de aceite en honor a la tradición oleícola de la villa.

Cerca de la plaza de la Constitución, en la Calle del Arco, podemos encontrar dos importantes palacios, declarados BIC  (Bien de Interés Cultural):

  • Palacio de los Torrubia o Casa de los Frailes. Se trata de una casa solariega del s. XVIII anexada a un edificio mudéjar del s. XV, con la puerta en arcada y enmarcada por alfiz.
  • Palacio de los Torrubia, Granatula de Calatrava Casa de los Frailes, Granatula de Calatrava

Otros edificios importantes dentro de la localidad son:

  • La llamada Casa de la Inquisición: en la calle del Santo. Edificio barroco del siglo XVIII.
  • También, en la calle del Santo, se pueden apreciar la portada empilastrada de la llamada Casa de la familia Fontecha y los ventanales y balconadas de la Casa de Las Tercias: edificio en el que se recaudaba el diezmo y otros impuestos de la localidad.
  • El Bombo o “Fuente del agua agria” característicos de la comarca por tener gran concentración de hierro y gas carbónico.
  • La casa natal del General Espartero. En su fachada una lápida recoge los Títulos Nobiliarios de este Prócer al que se le ofreció el trono de España.

Casa de la  Inquisición, Granatula de Calatrava Casa de Las Tercias, Granatula de Calatrava

Granátula también destaca por ser la zona más activa de la región volcánica del Campo de Calatrava. Destacan el volcán de Columba por ser el más joven de la región volcánica, Cuevas Negras, el mar de Valdeleón con el cráter hidromagmático más grande de la Península Ibérica con 2 kms. de diámetro (donde se asienta actualmente el casco urbano), el barranco del Varondillo,  la Sima (salidero de CO₂ y única fumarola volcánica de la Península Ibérica) o las irregularidades térmicas que hay en el mismo casco urbano.  El lugar más importante actualmente es el museo del Cerro Gordo o Yozosa.

Este volcán está formado por muchas erupciones volcánicas, sobre todo hidromagmáticas y estrombolianas y está inserto en un complejo mayor denominado Cerro Gordo- maar del Varondillo. Está situado a unos 4 km. de Granátula, tiene una superficie unas 280 has. y está a unos 831 m. de altura sobre el nivel del mar. Su origen está relacionado con la formación del macizo volcánico del Campo de Calatrava en los últimos 9 millones de años

volcán de Cerro Gordo, Granatula de Calatrava

El volcán de Cerro Gordo tuvo un nacimiento violento. Su primera erupción fue de tipo hidromagmático, y dio lugar a un gran maar, término que hace referencia “a una laguna que ocupa el cráter de un antiguo volcán”, hoy en día borrado por erupciones posteriores. La segunda erupción provocó una erupción con lava y nubes de cenizas. Dos coladas fluidas de basaltos se extendieron hacia el norte y oeste a lo largo de varios kilómetros con un espesor de decenas de metros, y una lluvia de lapilli negro formó un pequeño edificio en herradura, cuyos restos destacan en los estratos de dentro del volcán. Tras un periodo de descanso, se produjo una serie de erupciones de tipo hidrovolcánico y se formaron conos de piroclastos rojos que forman la mayor parte del volcán actual. Esta erupción terminó con grandes coladas de barro y agua que dieron lugar al lahar que cubre el volcán. La última etapa provocó una última erupción efusiva, que da lugar a un pequeño conelete de escorias que se preserva en la parte superior del Cerro Gordo.

Juan Manuel Donoso Gómez. Licenciado en Historia.